Cuento a partir de la anécdota de Chejov

Un joven en Beijing, va al supermercado, encuentra 3 millones de dólares, llega a su hogar, y a las 2 horas se suicida. 

Era un día normal del año 2018, para el joven Ming, quien tenía que ir al supermercado para realizar la compra semanal de lo necesario para su hogar. Era sábado por la mañana, por lo tanto iba muy tranquilo caminando, disfrutando del barrio y del agradable sol que le rebotaba en sus anteojos.

Luego del recorrido hasta el lugar, ingresa al supermercado, saca la lista y hace las compras correspondientes. Se dirige a la caja, abona y se va con sus bolsas repletas. Dirigiéndose nuevamente para su casa, muy tranquilo, observa un bolso abierto a unos metros. A medida que logra acercarse, se da cuenta que dentro de este se encontraba una gran suma de billetes. Lo que era un día totalmente tranquilo para Ming, se convirtió en uno de alegría y muchísimo nerviosismo a la vez. 

Miró para todos lados, no vió a nadie, entonces recogió el bolso mientras lo cerraba y salía caminando. Siguió con su retorno a casa, pero ahora lo hacía rápidamente, se olvidó por completo del disfrute del radiante sábado en el barrio. 

Logró llegar a su departamento, sin que nadie lo viera, o eso creía. Tiró las bolsas de las compras en el hall de entrada, y velozmente apoyó el bolso arriba de la mesa. Comenzó a sacar todo el dinero, lo contó y se dio cuenta que era su día de suerte, se había encontrado ¡3 MILLONES DE DÓLARES!. 

En un momento, comenzó a pensar que era un poco raro que esa suma de dinero esté en un bolso, en el medio de una vereda de barrio, como si fuera un simple papel, pero estaba tan entusiasmado pensando en todo lo que podía hacer con esa plata, que lo desestimó al instante. Pero de repente, suena su celular, el tono de mensaje. Lo abre, era un número desconocido, el mensaje decía "Te agarramos. Sabías que no tenías que meterte con nosotros". Dando a entender como si fuera una trampa para alguna persona a la cual ya conocían, pero había caído Ming, quien se puso extremadamente nervioso y comenzó a llorar. Sabía que era probable que ese mensaje proviniera de alguna "mafia". 

Pensó que vendrían a buscarlo inmediatamente, por lo tanto, decidió acabar él solo con su corta vida, no quería sufrimientos. Por lo que tomó una soga y una silla, y luego de unos minutos sucedió lo peor, Ming había dejado este mundo, y 3 millones de dólares sobre su mesa, los cuales nunca sabremos cual fue su paradero ni por qué razón el joven había tropezado con ellos. 

Comentarios

  1. Hola! Me gusto mucho el cuento porque lo redactaste con mucha fluidez y bastantes detalles, generan que la atención del lector sea más fácil y atrapante. Sobre la parte estética de tu blog, se nota que está muy prolija y con imagenes que incentiban a seguir con la lectura de las publicaciones. ¡Segui así!

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